DEFINICIONES
Es un sistema económico en el que los individuos privados y las empresas de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante complejastransacciones en las que intervienen los precios y los mercados. Aunque tiene sus orígenes en la antigüedad, el desarrollo del capitalismo es un fenómeno europeo; fue evolucionando en distintas etapas, hasta considerarse establecido en la segunda mitad del siglo XIX. Desde Europa, y en concreto desde Inglaterra, el sistema capitalista se fue extendiendo a todo el mundo, siendo el sistema socioeconómico casi exclusivo en el ámbito mundial hasta el estallido de la I Guerra Mundial, tras la cual se estableció un nuevo sistema socioeconómico, el comunismo, que se convirtió en el opuesto al capitalista.
Características Fundamentales:
A lo largo de su historia, pero sobre todo durante su auge en la segunda mitad del siglo XIX, el Capitalismo tuvo una serie de características básicas:
Los medios de producción - tierra y capital- son de propiedad privada. En este contexto el capital se refiere a los edificios, la maquinaria y otras herramientas utilizadas para producir bienes y servicios destinados al consumo.
Bajo el sistema capitalista el control del sector privado por parte del público debe ser mínimo; se considera que existe competencia, la actividad económica se controlará a sí misma; la actividad del gobierno sólo es necesaria para gestionar la defensa nacional, hacer respetar la propiedad privada y garantizar el cumplimiento de los contratos. Esta visión decimonónica del papel del Estado en el sistema capitalista ha cambiado mucho durante el siglo XX.
Es la influencia o la dominación de un país por otro más poderoso de una forma violenta, a través de una invasión militar o sutil, sin que intervenga la fuerza. Esta dominación puede serpolítica, militar, informativa, cultural o económica.
Durante el siglo XX y principios del XXI ha persistido el colonialismo de países más poderosos sobre otros más débiles.
El colonialismo podría decirse que empezó a llevarse a cabo en Grecia, con colonias en la Magna Grecia y en la península de Anatolia (Turquía).
El Colonialismo nació como consecuencia de la búsqueda de mercados y materias primas para mantener activa la revolución industrial, las potencias europeas se lanzan a la conquista de mercados fuera de Europa, naciendo una nueva fase de la historia europea caracterizada por una calma política en las relaciones internacionales y por una consolidación y crecimiento en los aspectos económicos.
Se pueden señalar como motores de la expansión colonial causas:
Económicas: Son varias las causas de este tipo. Tenemos la crisis del 1873, con un descenso de los precios que inclina a las potencias al proteccionismo, suscitando la necesidad de encontrar nuevos mercados que no estén protegidos. Por otro lado, Inglaterra, Holanda, Bélgica buscan materias primas para sus industrias ya que los recursos del continente se han agotado.
Técnico-Políticas: También llamados factores de prestigio que hagan olvidar la vergüenza de otras derrotas (tenemos como ejemplo a Francia). Otro factor gira en torno a la navegación. Los barcos de vapor que han ampliado su capacidad y pueden ir más lejos, exigen el tener depósitos de carbón distribuidos por todo el mundo para poder avituallarse. Así necesitan puntos costeros en diferentes partes del mundo (inicio de la colonización).
Ideológicas: Todas las potencias quieren salir de Europa, crecer, hacer olvidar todos los problemas y engrandecerse. Algunos, para conseguir dicha meta ponen la religión como pretexto. Hay sociedades que salen de Europa para cristianizar a los indígenas del mundo perdido. La misión evangelizadora la dirige en un primer momento, y de la forma más aplastante, la iglesia luterana. Va con la intención de mejorar el nivel de vida de los demás indígenas. Se cree que el hombre blanco tiene la responsabilidad de hacer que los otros, los indígenas avancen. Todo este movimiento luterano lo contrarresta la iglesia del Vaticano, que durante mucho tiempo se retrajo de dicha práctica (sobre todo en la primera fase del colonialismo y debido a la imagen dejada tras el descubrimiento de América), aunque posteriormente se lanzó a la aventura. No consiguió nada sólo empeorar la situación.
Se aplica a la intención de un país que aspira a imponer su influencia política, cultural y económica sobre naciones o pueblos más débiles. La tendencia de los pueblos a lograr su expansión territorial y su dominio político, se ha manifestado claramente desde el comienzo de la historia, presentando, en el transcurso de ésta, formas diversas, y obedeciendo a distintas causas.
El imperialismo europeo de comienzos de la era moderna (1400-1750) se caracterizaba por ser una expansión colonial en territorios de ultramar. No se trataba de un país que intentaba unificar el mundo sino de muchas naciones que competían por establecer su control sobre el sur y sureste de Asia y el continente americano. Los sistemas imperialistas se estructuraron de acuerdo con la doctrina del mercantilismo: cada metrópoli procuraba controlar el comercio de sus colonias para monopolizar los beneficios obtenidos.
Las razones por las cuales los estados han aspirado a crear imperios a lo largo de la historia son de diversa índole, y podrían clasificarse, en términos generales, dentro de tres grupos: económicas, políticas e ideológicas. Asimismo, pueden distinguirse diversas teorías en razón del elemento al que se dé más relevancia.
Lo que resulta evidente es que el efecto del imperialismo ha sido desigual: unas naciones han obtenido mayores ventajas económicas que otras de su contacto con potencias más ricas. India, Brasil y otros países en vías de desarrollo incluso han comenzado a competir económicamente con sus antiguas metrópolis.
CARACTERISTICAS DEL IMPERIALISMO
Fue el mayor, en poderío y en extensión. La época de máximo esplendor se conoce como la “Época Victoriana”, denominada así en honor a la reina Victoria, cuya gestión monárquica cubrió casi todo el siglo XIX.
En Asia, el Reino Unido se apoderó de Afganistán, Birmania e india. Se libró la guerra del Opio con China. Hong Kong es un enclave británico todavía sobreviviente en el litoral chino. En combinación con Francia financiaron la construcción del Canal de Suez. Tal punto está en línea con el Peñón de Gibraltar, que, como se sabe, le fue arrebatado a España al comenzar el siglo XVIII.
En África, para resguardar el canal de Suez, Londres estableció un protectorado sobre Egipto y luego de una cruenta guerra, les arrebato a los colonos holandeses, conocidos como “Bóers”, el sur de África.
Ello hizo posible un “Continente Africano” británico desde el Cairo hasta el Cabo (Sudáfrica). Su artífice seria el colonizador y político Cecil Rhodes.
También Nigeria, Somalia, Kenia y Uganda se transformaron en “perlas” (como entonces se expresaba) del Imperio Británico.
En América, perdió las trece colonias que convirtieron en los Estados Unidos de Norteamérica, pero conservaron el Canadá, la Guayana Británica, las Islas Malvinas, Jamaica, las Honduras Británicas y las Indias Occidentales Británicas.
En Oceanía, se apoderaron de Australia, Nuevas Hébridas, Nueva Guinea Británica, Islas Salomón y Nueva Zelanda y, desde este siglo, alega títulos de soberanía sobre un sector de la Antártica.
En la fase inicial, apenas si cubre un segmento del Canadá y algunos enclaves en la India. En el siglo XIX se apodera de Argelia, Marruecos y Túnez. Senegal, Guinea, Costa de Marfil, Benin y Chad son espacios franceses en el África ecuatorial. En 1896, ocupa Madagascar.
En Asia, se enseñorea sobre Indochina (Laos, Vietnam, Cambodia) y en Oceanía, de archipiélagos como Nueva Caledonia y Tahití.
El imperialismo francés comenzó con la caída de la monarquía, los estados generales estaban divididos en tres, la clase alta, media y baja. Los de la clase alta eran la gente que tenía dinero y eran los privilegiados. Más tarde, la Asamblea Nacional Constituyente, el 4 de agosto, abolió los privilegios feudales, donde el rey y la clase alta estaban en contra de esta abolición, por que no les convenía que ahora toda la gente pudiera tener privilegios, obviamente no como los de la clase alta, pero si mas de los que ya contaban. El 26 de Agosto de 1789, aprobó la “declaración de los derechos del hombre y del Ciudadano”.
Más tarde se convocó una ceremonia de Federación, a la cual se le considera como La Carta Constitutiva de la Nación Francesa, ya existía desde antes, ésta hizo que las regiones que temían por las guerras fueran unidas posteriormente, aceptaban ser libremente francesas, lo anterior le beneficiaba al pueblo, ya que estos podían disponer de estas regiones libremente, esto era un derecho republicano y no monárquico.
En 1791-1792, estuvo dominado por proposiciones de guerra y paz.
Las guerras napoleónicas fueron las primeras en recurrir al patriotismo del pueblo, puesto que fue el primer ejército nacional y no mercenario, contratado por el rey. El ejército de Napoleón luchaba por su propia patria y no por el dinero de los reyes.
La expansión del dominio francés se inició durante el II Imperio y se estableció en Argelia, en Gabón y en los archipiélagos oceánicos.
Entre los años 1859 y 1869 se extendió por el Sudeste Asiático, sur de Vietnam y Camboya. En 1877 fundó Dakar, capital de Senegal. No obstante, no fue hasta la III República cuando se formó el auténtico imperio colonial francés, pues en esa época Francia se constituyó como un gobierno republicano y democrático.
Se trata de un colonialismo atípico. No utilizó las vías oceánicas ni tampoco las fluviales. Su expansionismo fue terrestre. Los rusos superan la barrera de los Urales y se abalanzan sobre el Cáucaso. A mediados de siglo, alcanzaron la ribera del Océano Pacifico, fundando Vladivostok.
Luego, se vuelcan sobre el Asia central sureña, ocupando extensos territorios de población Musulmana. Posteriormente, intentan apoderarse de la Manchuria, Japón los detiene, produciéndose la guerra Ruso-Japonesa de 1905
Todos los imperialismos que hemos analizado tienen fundamentalmente 4 elementos en común: la necesidad o ambición de nuevos territorios, los intereses económicos (si un país es imperialista va a tener grandes ganancias), el nacionalismo de los países conquistados, los conquistadores y el poder que del imperialismo mismo surge. Las guerras y enfrentamientos que de estas causas se generen se
consideran como consecuencias.
Europa y el mundo: viejo y nuevo imperialismo
La industrialización y el enorme desarrollo tecnológico de Europa, especialmente en la época de la Segunda Revolución Industrial, provocaron la separación del mundo en dos grandes grupos: los países industrializados y los no industrializados. Los primeros terminaron por imponerse sobre los segundos, que quedaron bajo su dependencia directa o indirecta. La Europa industrial, gracias a su vitalidad demográfica, su superioridad industrial, técnica, comercial y financiera impuso su modelo económico, sus valores, ideales y su cultura a gran parte del mundo.
El imperialismo se puede definir como el sistema en el que la política, la economía y la cultura de una parte del mundo se organizan en función del dominio de unos países sobre otros. El imperialismo que surge en el siglo XIX fue la culminación del colonialismo iniciado en los siglos XV y XVI. Pero ambas formas de dominación colonial fueron muy distintas. Los viejos imperios coloniales estuvieron ubicados principalmente en América, mientras que los nuevos imperios coloniales se centraron en Asia y África. Las antiguas colonias habían sido de asentamiento y los emigrantes habían creado sociedades que pretendían ser similares a las europeas, frente a las nuevas colonias que fueron, sobre todo, territorios de ocupación, donde una minoría europea no se mezclaba con la autóctona y ejercía el control político y económico. Por otro lado, si el ritmo de ocupación había sido lento y limitado en el pasado, en el siglo XIX la rapidez fue la tónica general. Por último, las posesiones coloniales de la época moderna dieron lugar a escasos conflictos en comparación con los desarrollados con el imperialismo del siglo XIX, con guerras constantes, ya que la expansión colonial se había convertido en un objetivo fundamental de la economía y la política de los países industrializados.
Factores

Desde el punto de vista económico, el desarrollo del imperialismo se vincularía a las necesidades de las industrias de los países europeos desarrollados. La industria llegó a tal grado de crecimiento que se hizo necesaria la búsqueda de nuevos mercados para sus productos, de materias primas abundantes y baratas, así como de nuevos espacios económicos donde poder invertir el capital excedente y hallar más beneficios, donde, además la mano de obra era abundante y, por lo tanto, barata. Esas condiciones se encontraban en los territorios más atrasados, sin medios técnicos y más débiles de otros continentes, especialmente de Asia y África. Tenemos que tener en cuenta que la crisis de 1873 provocó que los países industrializados desarrollaran políticas proteccionistas, por lo que se hizo indispensable buscar esos nuevos mercados, más materias primas y lugares donde invertir y encontrar rentabilidad. Actualmente, se está matizando esta teoría clásica económica en relación con el imperialismo. Hay estudios que consideran que la mayor parte de las inversiones extranjeras de los países desarrollados no se encaminaron hacia los nuevos territorios sino hacia otros países industrializados o en vías de serlo, como los Estados Unidos. Además, siempre según esta nueva teoría, la mayor parte del comercio exterior, tanto de productos industriales como agrarios, siguió siendo entre los países industrializados. Por fin, se en duda la rentabilidad económica de algunos imperios, como el británico, el principal de todos ellos. Se habría comprobado como los costes para mantenerlo –administración, ejército, etc.- no justificaban los beneficios obtenidos. Además, el imperialismo no benefició a toda la población ni a todos los sectores económicos británicos por igual. Los principales beneficiarios fueron los sectores económicos que invirtieron en empresas coloniales mientras su contribución a los costes de la administración colonial fue muy reducida. Las clases medias fueron las que contribuyeron a este coste con sus impuestos, y obtuvieron muy pocos beneficios o ninguno de la expansión imperial de su país.
El enorme crecimiento natural de la población europea durante el siglo XIX generó un importante flujo migratorio. La posibilidad de contar con territorios coloniales donde poder asentar los excedentes demográficos contribuyó a la expansión imperialista. Bien es cierto que la mayor parte de la población europea se encaminó hacia los países americanos, pero buena parte de la opinión pública de los países industrializados europeos valoraba la conquista de territorios para poder asentar esos excedentes demográficos.
La expansión imperial de las potencias europeas tiene mucho que ver con el deseo de aumentar sus respectivos poderes políticos a escala internacional. Los países europeos se apresuraron a controlar militarmente, además de económicamente, territorios, rutas terrestres y marítimas, a obstaculizar la expansión de sus competidores y a aumentar su influencia en el contexto diplomático. Los gobiernos europeos consideraban sus imperios como un factor estratégico.
Por fin, no se puede negar la concepción paternalista del colonialismo. El hombre blanco tendría la supuesta responsabilidad de civilizar a los pueblos considerados como inferiores. Las grandes confesiones cristianas –católica, anglicana y protestante- defendieron la actividad misionera. Justificaron el colonialismo por la necesidad de evangelizar a los considerados pueblos primitivos.
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